Política Tecnológica
Este blog trata sobre temas de ciencia, tecnología e innovación desde las políticas públicas, para gente interesada en saber, discutir y aportar a la generación de conocimiento en torno a technology policy.
miércoles, 22 de junio de 2016
martes, 23 de junio de 2015
miércoles, 10 de junio de 2015
sábado, 18 de mayo de 2013
El crecimiento en los emprendimientos ¿Potenciales o desafíos?
lunes, 27 de febrero de 2012
¿Libre mercado o construcción de capacidades? El justo equilibrio
En esto de la innovación hay patrones de intervención pública ligadas a las principales escuelas de pensamiento económico. Así las formas de intervención, políticas públicas, de los liberales de mercado (monetaristas) son algo distantes de las utilizadas por los keynesianos, vinculados a la socialdemocracia o capitalismo “administrado”. En los primeros, consideran que cualquier tipo de intervención es peor que la enfermedad, es decir, intervenir el ingreso y evolución de los mercados es una forma de impedir el mayor beneficio en el corto plazo, y los subsidios son analgésicos que detienen la correcta asignación u “optima social”; en los segundos, la injerencia del sector público se justifica en que “naturalmente” no existe un correcto desenvolvimiento del mercado, un asentamiento más justo y de mayor impacto social (sobretodo en tecnología), si el desarrollo – la evolución e instalación- de una economía social de mercado no es vigilada/ayudada desde la coordinación/intervención pública.
Para unos, la intervención pública es sólo justificación para utilizar formas de asignación “primitivas”, que en el mediano plazo sólo crean “bolsones” de ineficiencia, prebendas, y asignaciones poco claras. Para otros, desatar el mercado sólo significará en el corto plazo, llegar a soluciones inmediatistas, ineficientes en profundidad, y de poco alcance económico, que finalmente traerán más injusticia social, menos tecnología, y cero avance hacia un camino “serio” al desarrollo.
¿Quién tiene razón? ¿Cuáles son las evidencias? Si bien este tema no esta resuelto, y los ciclos de evaluación deben ser amplios, algunas cosas:
· No existen ciclos de aprendizajes acelerados y profundos sin el “dolor” de las fuerzas de mercado. Las economías que se han defendido del impacto del mercado, muchas veces han terminado pagando con crisis de competitividad y desaceleraciones este aislamiento. La destrucción creativa descrita por Schumpeter es el pilar de cualquier desarrollo de innovación. Punto para los liberales de mercado.
· Uno de los vehículos más importantes de creación de riqueza y cambio económico son los emprendedores, tanto las personas como líderes como sus empresas –grandes responsables de avances significativos en la Productividad Total de Factores. Punto para los liberales de mercado.
· El evitar sistemas donde impere la hipercompetencia y donde no se defienda la propiedad intelectual, o se vigile que la apropiabilidad de las innovaciones predomine durante un tiempo –sistemas de protección de la propiedad intelectual e industrial: patentes, licencias, etc.-, es sano para crear sistemas nacionales (o regionales de innovación) más profundos. En este sentido, los países que superan la barrera del ingreso medio deben iniciar gradualmente un camino de mejoramiento de la vigilancia del libre mercado y de la calidad de las regulaciones, para propender a innovaciones de mayor calidad e impacto. Los países que han llegado a avizorar el desarrollo y no se han preocupado de invertir en estos temas, han sufrido crisis que los han llevado a retrocesos violentos a estados menores de desarrollo. Punto para los administradores del capitalismo.
· A esto último, se suma una mayor evidencia de que el aumento de inversión en la calidad de la educación, en los centros generadores de conocimiento –y en infraestructura tecnológica distintiva-, y en políticas proactivas de ampliación de la diversificación de fuentes productivas, genera una sustentabilidad mayor a los sistemas económicos responsables del “desarrollo”. En este efecto, y en los primeros estadios de formación de un sistema nacional de innovación el efecto y liderazgo de la inversión pública es muy relevante, por cuanto es la responsable de “embeber” el sistema, y de la baja sostenida del “precio” de los bienes tecnológicos. Esto en el mediano plazo se traduce en menores costos de aprendizaje del trabajo en I+D del sector privado, y finalmente, cuando este sector se acostumbra y tiene éxitos, el traspaso del liderazgo hacia nuevos sectores tecnológicos. Punto para los administradores del capitalismo.
Pues bien, la evidencia va entregando datos sobre el desarrollo de la innovación en diversos países:
· La innovación depende de sistemas complejos, es decir, de variados factores, componentes y su coordinación. No dependen de un solo factor.
· Surge y requiere tanto de mercado como de inversión programada, de juegos de formación de capacidades y competencia.
· Los sistemas son evolutivos y van dotándose de capacidades, se generan competencias distintivas donde se expresa en sectores específicos.
· Son sistemas capaces de llevar a los países al desarrollo, y volver sustentable dicho estado.
Es así que la implantación de Sistemas Nacionales de Innovación en países que van al desarrollo, es una tarea que requiere de pruebas y error, de aprendizaje y persistencia en la definición de los caminos, de administración y libre mercado.
En nuestro país esta construcción del sistema de innovación, más que un duelo intelectual entre corrientes de pensamiento económico, se debe entender como un desafío de Estado, serio, y de primera prioridad, del cual depende la posibilidad de entregar un país desarrollado a las futuras generaciones.
domingo, 8 de enero de 2012
Los emprendedores ¿son suertudos?
A mediados de año (2011) en un blog de la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard, el profesor Anthony Tjan, relataba una cosa muy presente en las conversaciones con emprendedores, muchos consideran que la suerte ha jugado un rol fundamental en su historia de éxito. Entonces, ¿es cierto que los emprendedores, el emprender esta mediado por un factor llamado suerte?
Pues bien, Tjan realizo un acabado estudio, el cual espera publicar prontamente como libro, donde ausculta en la historia y los detalles de muchos emprendedores con historias de éxito, buscando esta magia que definió su trayectoria.
En sus resultados, lo primero que encuentra es que la suerte no es azar, no es magia, no es espontanea. Tjan señala que la suerte se acerca mucho más a un antiguo dicho “Uno se hace su propia suerte”, es decir, está amarrado a un patrón de conducta, habilidades y valores.
Entonces, ¿Cómo se es suertudo en los negocios? Al parecer el patrón tiene 2 movimientos o condiciones esenciales; la primera, y en concordancia con lo descrito por Jim Collins en “Good to Great”, la humildad juega un rol fundamental, pues los “humildes” –frente a la soberbia-, es una actitud que le abre más oportunidades al aprendizaje desde pares, al maravillarse con cosas nuevas, al ver en lo simple oportunidades, al conversar más y mejor transversalmente; la humildad gatilla aprendizaje y actúa, abriendo el espectro de oportunidades y dotando de mayores herramientas para el aprendizaje dinámico (tan importante en el emprendimiento). La segunda condición de la suerte es el optimismo, una posición positiva respecto del futuro; el optimista fija sus metas más “adelante” y es capaz de pasar más vallas, posponiendo la recompensa, es más resilente. Así, el emprendedor “suertudo” no sólo ve más oportunidades, sino que además por su condición de permanencia y tesón basada en el optimismo, es más capaz de transformar derrotas en victorias.
Genial, “Uno se hace su suerte”. Hoy tenemos abiertos miles de caminos a propósito de los cambios disruptivos en las plataformas tecnológicas, de la salud de nuestras economías latinoamericanas, de la abundancia de nuestros recursos, y de los cambios que la sociedad está demandando; para aprovecharlo sólo debemos saber mirar y aprender, y tener optimismo de que vamos construyendo una Latinoamérica desarrollada.
jueves, 29 de septiembre de 2011
Ciudades creativas: la economía de las 3 T´s
¿Cuál es la receta para crear un territorio que genere innovación, riqueza, bienestar para su población? Esta pregunta central en la economía del desarrollo, tiene respuestas desde diversas escuelas de pensamiento económico, formulas con más o menos “Estado”; con cambios en el tiempo y aprendizaje de los ejemplos históricos, los cuales muchas veces nos han confundido por la naturaleza de la economía de ser dinámica e ir premiando a lo escaso y escapándose de lo excesivo. Así, ha habido épocas en que se ha estado seguro de un modelo –ejemplo, al faltar institucionalidad, una mayor presencia del Estado ha tenido alto impacto: Alemania de mediados del siglo XIX-, pero en el paso del tiempo y cuando la condición sobre la que se ha invertido, ya no es tema –la burocracia está matando la innovación, necesitamos mercado-, las señales migran hacia otros factores, y al revés.
Sin embargo, y en el tiempo, los economistas del desarrollo si han llegado a temas donde existe consenso: la innovación se beneficia de “sistemas nacionales/regionales de innovación”, es decir, la innovación es una receta que depende de variados componentes (sistema de educación, ciencia, sistema financiero, rol de Estado, cultura de innovación y emprendimiento, etc.), y por esto, el crecimiento del sistema depende de que todos los factores se desarrollen armónicamente, en la analogía de que el sistema fuera un barril, el nivel del agua llegara hasta la duela más baja, en innovación el sistema generara innovación hasta que lo permita el componente que está más bajo. Otro punto de consenso –y tiene mucha lógica de mercado-, es que las condiciones deben ser estables en el tiempo, pues los sistemas “evolucionan”, y por esto la “institucionalización” es vital para crear un sistema sano, es decir, mantener mensajes estables en el tiempo, políticas de Estado sobre políticas de Gobierno.
Pero ¿Es posible todo este sistema complejo pasarlo a un modelo más simple y práctico? Al parecer, sí. El economista Richard Florida propone que fijarse, en los centros urbanos, en 3 temas es la llave del éxito, y es coincidente con lo planteado por el profesor Rafael Echeverría, respecto del porqué del éxito de Atenas, los antiguos griegos, en innovación. Señala que la innovación depende de una mezcla virtuosa de: Tolerancia, Talento y Tecnología.
Tolerancia: que implica una sociedad abierta a la discusión, a la democracia, y a la toma de acuerdos. Sociedades que ven un valor fundamental en el poder de la discusión, y que luego resuelven bien la toma de decisiones y el avance, son sociedades que históricamente han producido avance tecnológico y progreso. En el ejemplo del profesor Echeverría, los griegos defendían y era centro de su cultura el Agora, donde sucedían las discusiones y se resolvían los temas de la Polis. En la mirada de Florida, San Francisco, donde la variedad intercultural, el respeto por las diferentes opciones de vida y la búsqueda de la verdad a través de sus universidades es el centro de su economía.
Talento: referido a meritócracia e incentivos, premiar a los talentosos y a quienes se destacan, e instalar en lo profundo de la cultura el destacarse y apasionarse por ser reconocido en base a talento. Es reconocido que los sistemas de incentivo, el lucro; modifica la velocidad del cambio, la innovación. Este hecho ya señalado por Schumpeter, es la base de justificación de todo el sistema de patentes, el cual ha sido responsable de los avances por ejemplo en la industria farmacéutica del siglo XX, responsable de salvar miles de vidas gracias vacunas y antibióticos no imaginados en nuestra historia.
Tecnología: sociedades comprometidas con la ciencia y el saber, con universidades como faro y orgullo, y que a la vez están orientadas al uso práctico. En los griegos, los creadores de la universidad, las instituciones políticas republicanas, la geometría, la astronomía, etc. Donde una pieza fundamental son los sistemas de educación, como gran palanca y surtidor de la sociedad que necesita jóvenes tolerantes, talentosos y meritocráticos.
En Chile, que vamos en camino y tenemos la pretensión de ser una sociedad desarrollada, debemos tener conciencia de que las condiciones se crean dinámicamente y en la discusión; no es posible construir este tipo de sociedades generando separaciones y guetos, pues ataca directamente el concepto mismo de tolerancia limitando nuestra capacidad de llegar al desarrollo; o seguir negando y apartando nuestros principales centros de generación de conocimiento, y más que tratarlos como orgullo, sean parte del problema, degrada de inmediato nuestro acceso a la tecnología; ni tampoco al buscar las soluciones, cerrar las puertas a los incentivos correctos, pues limita la velocidad de cambio.
Chile tiene todo, y una oportunidad histórica, para proyectarse al desarrollo y a la economía de la innovación; depende del Agora, la capacidad de discusión y acuerdo; como nunca en la historia depende de nosotros, ojala lo aprovechemos.