Este blog trata sobre temas de ciencia, tecnología e innovación desde las políticas públicas, para gente interesada en saber, discutir y aportar a la generación de conocimiento en torno a technology policy.
sábado, 30 de mayo de 2009
Clase sobre Innovación en producción audiovisual
domingo, 17 de mayo de 2009
¿Por qué la experiencia de Colo Colo nos sugiere la necesidad de contar con Centros de Transferencia Tecnológica de clase mundial?
Articulo escrito con Patricio Feres a proposito del sistema de transferencia chileno. Junio 16 de 2008.
La innovación es el mecanismo que permitirá a Chile saltar del grupo de países de ingresos medios al grupo de países desarrollados. Este no es un desafío menor ya que esto implicaría la necesidad de duplicar el ingreso per cápita en los próximos
Para aprovechar los avances logrados, en Chile se tienen que desarrollar instituciones que hagan el ‘puente’ entre la producción de conocimiento y las empresas. Éste es uno de los principales temas en los diagnósticos hechos al país desde
¿De qué estamos hablando? De institucionalidad compleja, que sume los esfuerzos y competencias de los centros generadores de conocimiento (escuelas de ingeniería y ciencias de la vida, centros tecnológicos), de oficinas de propiedad intelectual (inexistentes en muchas universidades y centros tecnológicos), de incubadoras de negocios y la conexión con fondos de inversión; hablamos de profesionales del más alto nivel, de instituciones especializadas, robustas, en red y globales.
¿Cómo explicarlo? Pues bien, sabia Ud. que Colo Colo vendió en estos 3 últimos años casi US$ 33 millones en jugadores, cifra nunca antes alcanzada por nuestro futbol, y ¿a qué se debe? A que hoy es una institución –una S.A.- compleja, con estrategia de negocios, con un sistema de gobernabilidad transparente y competitivo, que es capaz de generar estrategias de venta, ser contraparte de clubes internacionales, programar la salida de jugadores, entre otras. Cuando no existe un Colo Colo (o un club deportivo complejo y sofisticado) terminamos vendiendo nuestros mejores jugadores muy por debajo de su valor de mercado, como por ejemplo Zamorano, vendido por sólo US$ 800 mil al Saint Gallen de Suiza muy lejos de los US$ 9 millones en que Matías Fernández fue vendido al Villarreal de España.
Desde hace algunos años que Chile produce buenos jugadores (basta con recordar los logros de las selecciones menores), al mismo tiempo en Chile se genera “buen” conocimiento pero al igual que en el fútbol, en ausencia de instituciones complejas, en este caso de comercialización y transferencia tecnológica, los mejores desarrollos son vendidos a fondos de capital de riesgo extranjeros y la riqueza de esas empresas se desarrolla afuera. Así fue como Gemelos.com -quizás uno de los mejores start up de la época de internet en Chile-, termino con sólo un 1% de propiedad chilena alojado en Brasil, así también muchos de los mejores desarrollos en biotecnología han sido invertidos por fondos de capital de riesgo en Nueva York.
Actualmente, en el sistema público existen diversos instrumentos que benefician la transferencia, pero tienen una alta dispersión. Por ejemplo el sistema de apoyo al emprendimiento está compuesto por una seguidilla de contratos de bajo monto y de altos tiempos de tramitación que atentan contra el establecimiento de rutinas, ciclos de aprendizaje y creación y mantención de talentos al interior de las organizaciones (además de atentar contra –paradojalmente – el emprendimiento con todos los requisitos en las postulaciones). Por otra parte, existen grants asignados a través de proyectos de innovación, donde se repite lo anterior respecto de los aprendizajes y creación de mecanismos que logren acumular capital humano. Un problema adicional en este caso es que quien está a cargo del diseño de los mecanismos de comercialización y transferencia son los investigadores jefes de los proyectos de I+D, donde está ampliamente probado que no son los más idóneos para configurar los mecanismos más adecuados de comercialización. De hecho en los centros con mayor prestigio en el mundo, los profesionales encargados de la comercialización de tecnologías no son académicos ni investigadores, si no que profesionales (que pudiendo venir del mundo académico) se han especializado en la gestión de tecnologías, en negocios y en propiedad intelectual. Por otro lado, el gasto anual en estos programas es importante, y está altamente concentrado (lo cual es bueno, pues esta actividad tiene fuertes economías de escala), sin embargo, el financiamiento esta tremendamente subdividido en numerosos contratos y burocracias, que no ayudan en nada a que el país compita.
El fin último de una buena política de innovación, es generar nuevos sectores sofisticados o tecnológicos que se sumen en la diversificación productiva (como el salmón, en el cual colaboró Fundación Chile). Sin una base robusta de Centros de Comercialización y Transferencia Tecnológica perdemos la posibilidad de dejar mayor riqueza, a partir de nuestras mejores ideas, en el país. Convenzámonos, necesitamos 7 Fundaciones Chile. ¿Cuesta mucho? No, para nada. Las actividades de comercialización en sistemas de innovación maduros no alcanzan al 5% del total del gasto público, así en Chile reasignando programas o creando un programa de financiamiento directo a algunos centros, fácilmente podemos crear 6 o 7 instituciones similares a Fundación Chile (además de apuntalar a esta), ¿Cómo? En base a convenios de desempeño o block grants a la comercialización y transferencia tecnológica. Una primera medida sería desarrollar un sistema de indicadores que permita medir las actividades y resultados de la comercialización y transferencia de tecnologías. Este sistema debe ser transparente, público y debe incluir una fórmula que permita ranquear las distintas instituciones de manera de que se promueva la competencia entre los distintos actores. Un segundo paso debe ser la generación de un instrumento que permita financiar las actividades de comercialización y transferencia de tecnología, en base a convenios de desempeño dependientes del sistema de indicadores previamente creado. Este instrumento debe dar una señal de largo plazo, por ejemplo 9 años, donde cada 3 años se recalcula la fórmula y se vuelve a ranquear a las instituciones participantes, de manera de ajustar los montos para el periodo siguiente. Debe ser un esquema flexible en el que participen universidades públicas y privadas, además de aquellos institutos públicos especializados de alto potencial. A nuestros diseñadores e implementadores de políticas de innovación les recomendamos el caso inglés o el de Israel que resulta bastante iluminador en este tema.
Para dar el próximo paso al desarrollo, Chile necesita de la innovación y alcanzar niveles de competitividad global. Aunque nos cueste decirlo, como hinchas de otro equipo, aprendamos por una vez de las buenas prácticas como las de Colo Colo. Ya no se necesitan políticas sólo ‘comparsa’ que llenen de ‘chiches’ el entorno; se necesitan políticas que acompañen a los sectores con mayores posibilidades de competir globalmente; y para esto instituciones complejas que le hagan el ‘peso’ a nuestro salmón, fruta y cobre; sino, toda la política y el actual esfuerzo serán sólo anécdota.
Exposición política de emprendimiento en Malasia
sábado, 9 de mayo de 2009
Exposición sobre política emprendimiento en Perú
¿Innovación o emprendimiento? ?¡Futbol total!
En los medios competitivos a los cuales se enfrentan los países que han pasado el ingreso medio, innovación y emprendimiento son uno: talento creativo, proceso constante de asignar recursos a lo nuevo, lo que está más allá de lo cierto; y fuerza para enfrentar mercados, fallar y volver a intentar.
Así, es necesario desarrollar una visión sistémica de todas estás aptitudes, pues si falla una, influye en las demás, en la capacidad de competir del sistema. También, aún cuando innovación y emprendimiento, muchas veces se asimilan desde un ideal individual de acción: un chispazo de inspiración, o un acto de suerte, lo correcto (o lo que sirve) es pensar en constancia más que en suerte: disciplina. Pues quién sepa como finalmente se consiguen innovaciones exitosas sabrá que nunca son fuente de un solo hecho, son años de esfuerzo; son en resumen, futbol total; son innovación y emprendimiento, ni más ni menos.
¿Qué son los ambientes embebidos?
Lo único que se me ocurrió en Chile como ejemplo fue el Liceo Miguel León Prado. Este liceo que se encuentra en la mitad de la comuna de San Miguel y produce constantemente a más de la mitad de los jugadores de las selecciones de hockey en patines del país, y estás a su vez han logrado persistentemente estar dentro de las mejores del mundo en su disciplina. ¿Qué hace que una institución en particular, generación tras generación, logre estar en el top del mundo? Esto es lograr un ambiente embebido; es el proceso instalado y las distintas componentes que generan redes, cultura, rutinas tales que se vuelve natural el producir campeones.
Acerquémonos a divisar innovaciones disruptivas y ambientes embebidos; por ejemplo, en un pub de Cambridge -en una servilleta para ser exactos- dicen que Watson y Crick dibujaron por primera vez la estructura del ADN; Hoy Cambridge tiene el mayor polo de biotecnología de Europa, y ¿a alguien le sorprende?; en Stanford el caso de Larry Page y Sergey Brin, dos estudiantes de su doctorado de matemáticas que crearon Google, si bien es importante es parte de lo que han estado produciendo por 40 años.
Probablemente las 3 claves de este fenómeno son: la cultura, redes y proximidad física (infraestructura); felicito al Foro por la iniciativa del Blog, quizás es un primer paso a crear un ambiente ‘embebido’ que aporte a hacer de Chile un campeón (constante).