martes, 15 de diciembre de 2009

Fraunhofer a Chile, nuestro país como polo de conocimiento, ¿Es posible?

Esta semana me comentó gente de CAMCHAL que por fin ha sido aprobado el proyecto de instalación de Fraunhofer en Chile, excelente. Detrás de este potente instituto se analizan también las propuestas de instituciones y centros tecnológicos tan potentes como: VTT, CSIRO, Queensland, SRI, etc. Existe la posibilidad real de crear con un subsidio de alto apalancamiento de inversión, un polo de instituciones únicas en el mundo trabajando desde Chile para la región, exportando conocimiento y engrandeciendo nuestros clusters.
Los resultados de esta desafiante e innovativa política pueden generar un verdadero cambio diferenciador para el sistema nacional de innovación. felicitaciones a Fraunhofer y a la espera de más aprobaciones.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Fallas de origen en el sistema de becas. Como un mal diseño puede perjudicar una buena iniciativa

Ya por todos son conocidas las fallas del Sistema Becas Chile, se han escrito suficientes cartas al diario de algunos candidatos frustrados o mal atendidos, reportajes describiendo las faltas y errores de juicio que han hecho que no siempre las asignaciones sean las más correctas, además se ha puesto en duda el real impacto de la política al no ser claro el sistema de devolución de la beca, y recientemente 2 importantes países han cesado sus becas a Chile por la poca claridad del sistema.

Si bien felicito el haber unificado en el Gobierno el sistema, aún no entiendo que no se hubiese optado por un modelo de regulador: pequeño, inteligente y eficiente; con una externalización de las asignaciones, y no por sobrecargar aún más a CONICYT que ya venía con problemas de crecimiento (se triplico en 4 años) y requiriendo una mejoría sustantiva en sus sistemas de operación –tema reconocido como prioridad por los programas del Banco Mundial.

Bueno ¿Cuáles fueron los errores que auguraron el desastre? Pienso y sigo creyendo que al menos existen 2 temas complejos, en términos de los beneficios esperados por el Sistema Nacional de Innovación, de superar en el diseño original.

1. El mejor asignador de fondos es quien compite en el mercado por los recursos. En este sentido, quienes están interesados en tener mejores especialistas y expertos, masters y doctorados, son al menos 3: universidades; empresas o grupos de empresas –sectores-; y el sector público –que digámoslo mueve buena parte del PIB y requiere una profunda modernización. Pero y ¿qué tiene que ver una persona que se prepara para ser experto en una empresa, con un académico o un eficiente funcionario público? No mucho, por esto existe un primer problema con los sistemas unificados, no son específicos respecto de a quien seleccionan y para que un buen funcionario público no tiene por qué ser buen profesor, y los criterios para seleccionar a alguien que le sirve a una empresa salmonera no son los mismos que para un académico, es más pueden ser los opuestos. Además se suma que al no hacer participar directamente –universidades, empresas, servicios públicos- a quienes más probablemente necesiten a estos expertos, se pierde poder en el pago de la beca, y también se pierde la oportunidad de haber apalancado recursos de estas instituciones. Un argumento en contra de estos planteamientos es que es difícil de implementar y que las demandas pueden ser menores a las cifras que se ha desafiando el país, pues bien al menos se debería haber intentado con un mix de becas, pero unificarlas todas en un solo proceso no parece correcto por ningún lado.

2. Se ha demostrado que en los sistemas de innovación principalmente el conocimiento es tácito, es decir, se aloja en los lugares y las personas. Pues bien el sistema de becas privilegia los estudios de doctorado en el extranjero. Bien porque vivir e interactuar en el extranjero enseña globalización, idioma, nuevas culturas, abre mundos, pero mal porque las tesis doctorales son la principal contribución de estos estudios y al realizarlas absolutamente ajenas al contexto del país de origen, muchas veces, y sobre todo en los temas tecnológicos, son ajenas a nuestras realidades. Así muchos de nuestros principales biotecnólogos son expertos en cáncer, y muchos doctores en ingeniería no demuestran una gran cercanía a temas nacionales. ¿Por qué no haber generado una mezcla en el origen? Algo se ha hecho, pero quizás debió haber habido un diseño más agresivo de dobles grados. También pensando que una de las funciones importantes del Estado, en las primeras fases de creación de un Sistema nacional de Innovación dinámico, es bajar agresivamente el costo de los “bienes tecnológicos”, en este caso acercando una mayor oferta (más alumnos y doctores cerca de las empresas). Esta es la semilla del nacimiento de sectores tecnológicos.

Supongo seguirá el debate en torno a las becas. Estos son 2 puntos que me parecen debatibles y que podrían producir mejoras, tan necesarias para los próximos años.